Existe una línea de pensamiento que entiende que la escuela, tal y como la hemos conocido, y tal y como parece afianzarse a través de las sucesivas leyes educativas, está siendo un instrumento para formar individuos más o menos adaptados a las necesidades de la sociedad. Y no es que esto sea radicalmente malo, pero es que obvia una parte importe de lo que somos, y también neutraliza elementos necesarios para el avance de la sociedad, como el cuestionamiento y la persecución de aquello en lo que una cree. La capacidad creativa y la introspección son ignoradas, sin embargo parecen elementos fundamentales del desarrollo sano de la personalidad y de la sociedad del futuro. Es curioso cómo una sociedad que por una parte es tan individualista, no es capaz, de ver al ser único y especial que hay en cada niño y en cada niña. ¿No os resulta curioso? Por otra parte, educar a los adultos de mañana según las normas de la sociedad de hoy, sin enseñarles a adaptarse, a leer los cambios, a pe...